✨DESCUBRE LA EXPERIENCIA DE CONVIVIR EN UNA VIVIENDA APOYADA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS DE SALUD MENTAL✨

El servicio de viviendas apoyadas de la Asociación Amanecer Salud Mental es un recurso comunitario en la ciudad de Segovia en las que conviven personas con problemas de salud mental.Estas viviendas forman un espacio físico apoyado que tiene por objetivo potenciar la autonomía personal, facilitar la rehabilitación psicosocial, principalmente en las actividades de la vida diaria básicas e instrumentales, con el fin de conseguir la integración comunitaria. En dicho servicio se cuenta con plazas fijas (ocupaciones de larga estancia), plazas de respiro (ocupación de corta estancia) y plazas de estancia diurna (ocupación durante unas horas en días alternos, sin pernoctar).

Hoy tenemos la oportunidad de conocer la experiencia de dos beneficiarias de este servicio de viviendas apoyadas ubicadas en Segovia. Ellas son de Nava de la Asunción, donde sigue residiendo su familia, pero que por circunstancias personales su domicilio es ahora en Segovia capital y en una de las viviendas apoyadas de la Asociación Amanecer.

Raquel Marugán García llegó a una de las viviendas hace ya cinco años. Mercedes Rubio Marugán, prima de Raquel, lo ha hecho hace relativamente poco, cuatro meses.

No conviven en el mismo piso pero, comparten muchas actividades juntas en los talleres del Centro Ocupacional Amanecer. Las dos empezaron su relación con Amanecer, ya hace muchos años, participando en los talleres que se dan en Nava de la Asunción. Después, Raquel, por determinadas circunstancias, se planteó la posibilidad de acceder a una de las viviendas apoyadas, donde su vida cambiaría, y según sus palabras, “a mejor”.

Nos dice: “Al principio tenía miedo, porque pensaba que me iban a llevar a un lugar para encerrarme, sin poder salir. Las primeras noches fueron muy tristes. Me las pasaba llorando, por miedo, soledad, por no conocer nada ni a nadie. Pero, – y cambia la expresión de su cara mientras lo relata- a los dos o tres días me adapté

Entrevista:

  • ¿Cómo es vivir en un piso con compañeros?

Raquel responde: “Es una experiencia muy buena. Aunque claro que hay días y días. Cuando hay un conflicto entre nosotros tratamos de resolverlo, pidiéndonos perdón y pasando a otra cosa. Si es más complicado entonces interviene una responsable o cuidadora. Ésta pone orden sobre lo ocurrido y nos explica cómo teníamos que haber actuado. Cada día aprendemos algo nuevo. Yo estoy aprendiendo a cocinar, a tener mis cosas ordenadas y limpias, a relajarme y controlar mis impulsos.“

Mercedes pide la palabra para contarnos su caso. Ella quería sentirse independiente y la opción de vivir en una de las viviendas apoyadas la parecía una oportunidad, y más conociendo la experiencia de su prima. ”En el momento en el que me llamaron para decirme que tenía mi plaza, mi vida cambió radicalmente. Desde el primer momento me sentí aceptada e integrada. Con nuevos compañeros que se han hecho amigos y, de esos carecía en el pueblo”.

  • ¿Es la convivencia difícil o no, Mercedes?

“Para mí compensa, porque nos ayudamos, compartimos. Es toda una experiencia que aporta, y mucho. Estoy aprendiendo a tener una rutina, a cocinar, a mejorar mis habilidades, mi estilo de vida, con nuevos hábitos. Ya no me siento sola”.

Las pedimos que destaquen una de sus mejores experiencias desde este cambio de vida, ahora en Segovia, y en una de las viviendas apoyadas. Las dos hablan del amor.

Amores:

Raquel celebrará su cuarto aniversario el próximo ocho de noviembre. Maxi, su actual pareja, acompañaba a uno de los usuarios, que vivía en el piso donde vivía ella. Raquel se fijó en él y tuvo el atrevimiento de pedirle su número de teléfono. Desde ese momento se hicieron pareja. Comparten actividades en los talleres, porque es beneficiario de la Asociación también, pero no viven juntos.

Mercedes también se la iluminan los ojos cuando habla de su pareja. La chispa surgió en el viaje que la Asociación organizó este verano. Entre bromas y risas, encontraron, en una de las excursiones a Níjar, el “Banco del Beso” y a modo de juego se besaron. Ese sentimiento cuajó un par de meses después, y hasta ahora.

Deseos:

Para terminar esta charla, las pedimos que nos confiesen un deseo. Raquel rápidamente contesta que quiere seguir viviendo en un piso de la asociación, con buenos compañeros y profesionales. Mercedes sueña más alto y le gustaría algún día vivir en pareja, y pasear con él por sus rincones favoritos de Nava de la Asunción. No quiere terminar esta conversación sin añadir que uno de esos lugares, que la encanta, es el Polideportivo, y se siente orgullosa que Nava tenga un equipo de balonmano que ha podido casi con el barsa, en división de honor .- dice.

Gracias, Raquel y Mercedes por contarnos vuestra experiencia. Una opinión de primera mano que puede ayudar a otras personas que estén valorando la opción de solicitar plaza en una de las viviendas apoyadas de la Asociación AMANECER y empezar a trazar un nuevo plan de vida.

Uno de los fines de semana que visitéis a vuestras familias, nos veremos por Nava.

Fmdo: Asociación Amanecer.

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